Cuando hablamos de los problemas de contaminación que más amenaza a la humanidad en la actualidad, siempre hablamos del cambio climático, pero lo cierto es que también la contaminación por residuos de plásticos representa un gran desafío que no hemos podido erradicar.
Se estima que un promedio de 8 millones de toneladas de estos residuos son desechadas en los océanos cada año, pero para darnos una idea más concreta de lo que esto significa, imagina que estás en la playa y un enorme camión libera su carga máxima en el mar cada 60 segundos, sin parar y sin descansos.
Los científicos afirman que para el 2025, por cada tres pescados en el mar (hablamos de billones de millones), habría 8 millones de toneladas de plástico. Es decir, el mar estaría compuesto más por plástico que por criaturas marinas, y esto se espera que sea un hecho irreversible para 2050.
Sí, en la actualidad existen muchas plantas recicladoras de plástico, pero incluso funcionando a marchas forzadas, se estima que solo un 9% de todo ese plástico que utilizamos, es reciclado.
Entonces, han existido otros esfuerzos para combatir este mal, como volver a las viejas tendencias del metal y el vidrio, y de haber plásticos, estos serían de material reciclable, a base de residuos reciclados y disminuir la existencia de plásticos de un solo uso.
Pero ahora, se pretende que se utilicen esos plásticos para reciclarse de una forma menos convencional, y es utilizándola para cosas que siempre estarán ahí: carreteras.
El país que pretende reciclar los plásticos a lo grande
Se trata del gobierno de Filipinas, el que ha invertido los últimos años en poner en marcha un gran programa de inversión para obras públicas que estará en manos de empresas nacionales para su construcción.
San Miguel Corporation, mejor conocida por sus cervezas, se ha propuesto a asfaltar carreteras, terrenos de aeropuerto y estacionamientos con plástico reciclado. Pero esto no es nuevo, de hecho, se pretende utilizar una técnica desarrollada por la empresa MacRebur.
El betún o bitumen, esa masa viscosa, negra a base de petróleo que comúnmente utilizan para atrapar grava y arena, esta vez sería reemplazado por trocitos de plástico que se emplean en productos como botellas de agua, entre otros.
Se dice que esta composición es tan confiable y resistente como el asfalto que conocemos, aunque de hecho, sería más barato y sostenible a comparación del bitumen, que al final deja un gran impacto medioambiental con el pasar de los años.
Ahora, con el asfalto de plástico se podrían reutilizar estos desechos plásticos y coadyuvar a la liberación de contaminación en los mares, además de eliminar de una vez por todas el uso de productos a base de petróleos para las carreteras.
Esto sería una excelente opción a lo que se está haciendo en Estados Unidos, donde una empresa recicla el asfalto defectuoso que normalmente termina contaminando el medio ambiente, y lo reutiliza para hacer nuevas carreteras.
¿Las carreteras de plástico son algo que todos deberían hacer?
Aunque parezca la solución a nuestros males, lo cierto es que es algo tan novedoso que apenas se sabe si esta tendrá sus propias consecuencias ocultas.
De momento, GAIA, la alianza mundial a favor del medio ambiente, tiene su propio veredicto preliminar, y es que nada es eterno y posiblemente el plástico que se utilice para hacer las carreteras termine nuevamente en el medio ambiente.
Se estima que el desgaste de estas kilométricas carreteras generará otro tipo de residuos que ya aqueja a la vida en el planeta, y se trata de los microplásticos, que se convierten en un enemigo difícil de ver y que incluso se ha colado al interior de nuestro cuerpo.
De hecho, estas micro partículas de plástico, al estar flotando en el agua donde respiran y se alimentan las criaturas marinas, ha provocado que llevemos estos microplásticos a la mesa de nuestras casas.
Al alimentarnos de pescado y otros productos marinos, los microplásticos se han colado incluso dentro de nuestro cuerpo, como el increíble descubrimiento de microplásticos en la placenta de una mujer embarazada.
Además, GAIA también advierte que el proceso de mezclar asfalto con plástico tampoco es las más sostenibles, y que también significan un golpea a nuestra atmósfera.
Pero, tomando en cuenta que Filipinas actualmente libera al mar cerca de 48 millones de bolsas de plásticos al día, posiblemente el asunto que advierte GAIA es un problema menor que están dispuestos a correr.