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Crean un prototipo para obtener agua potable a partir del aire del desierto

El agua es esencial en la vida de las personas y de todo lo que nos rodea. Aunque pueda parecer un recurso inagotable, si no lo cuidamos puede convertirse en uno de los mayores problemas en las próximas décadas. De toda el agua dulce que existe en nuestro planeta, sólo un 3% es agua dulce, pero no toda es potable ni accesible. Además, de toda el agua consumida en la Tierra, sólo el 8% se destina a un consumo doméstico, el resto se destina a Agricultura o usos industriales.

Los investigadores llevan años tratando de encontrar la forma de conseguir agua potable en zonas donde resulta un bien escaso, como por ejemplo en las zonas más desérticas de nuestro planeta.
Hoy en día existen sobre la tierra 1.500 millones de personas que no tienen acceso al agua potable. De ahí que sea una de la prioridades de la política internacional. El aumento de la población lleva asociado un mayor consumo del agua en el planeta y la ONU estima que a este ritmo, para el año 2050 habrá más de 5.000 millones de personas que tengan dificultad para acceder al agua potable.

Unos investigadores de KAUST (la Universidad de Ciencia y Tecnología del Rey Abdullah), en Arabia Saudí, han desarrollado un dispositivo capaz de absorber agua a partir del aire. Este tipo de avances podrían tener un valor incalculable para salvar vidas allá donde el agua es un bien escaso.

¿Cómo funciona el prototipo?

Su funcionamiento se basa en un hidrogel de cloruro de calcio de bajo coste, que es capaz de capturar el vapor que existe en el aire, incluso en zonas donde la humedad sea baja. Después dicho hidrogel se calienta para liberar el agua que contiene. Este tipo de experimentos con el cloruro de calcio para generar agua ya se habían realizado muchas veces, lo complicado ha sido combinarlo con un material como este hidrogel para poder almacenar dicha agua.

«Los aspectos más notables del hidrogel son su alto rendimiento y bajo costo», en palabras de Renyuan Li, estudiante en el equipo de Wang.

Se estima que hay más de 10 billones de toneladas de agua en la atmósfera, así que la futura evolución de estos prototipos serían un gran avance en la lucha contra la sequía mundial. Sobre todo en aquellas zonas donde el agua potable escasea o es de difícil acceso.

¿Donde está el secreto?

El cloruro de calcio absorbe el vapor de aire que tiene alrededor. Al tratarse de un compuesto delicuescente, transforma ese vapor de agua en una solución líquida. Esta sal la han combinado con un polímero llamado hidrogel, que puede almacenar un gran volumen de agua mientras permanece sólido.

El dispositivo tiene en su interior una mezcla de cloruro de calcio e hidrogel. Además, esta recubierto de una serie de nanotubos que absorben la luz solar, transformándola dicha energía en calor para calentar el hidrogel y liberar el líquido.

Para las pruebas, se emplearon 35 gramos de hidrogel que capturo 37 gramos de agua, con una humedad ambiente del 60%. Al día siguiente, el dispositivo se expuso al sol durante dos horas y media, consiguiendo así calentar el hidrogel y que este liberara 20 gramos de agua potable, lista para ser bebida.

Una vez que se libera el agua, el hidrogel puede ser utilizado de nuevo para seguir recolectando agua.

Conclusiones del estudio

Según los investigadores, se trata de un dispositivo «barato y asequible». Además, no necesita electricidad y funciona también en condiciones de humedad baja, gracias a las propiedades del cloruro de calcio. Por tanto, se podría llegar a emplear en la producción de agua potable en zonas desérticas. La idea básica es recolectar todo el vapor posible del aire por las noches para posteriormente transformarlo en agua durante el día.

Aunque estos avances resultan esperanzadores, todavía queda mucho camino por recorrer. Uno de los obstáculos que quieren superar es que el agua se libere continuamente según se va atrapando el vapor del aire, y no de forma intermitente.